Gregory y Sergio son dos legionarios destacados en Guyana. Ellos aprovechan de su permiso para comer en la terraza. Nuestros dos asesinos son muy dulces entre ellos. Mientras que las chuletitas asan, ellos intercambian besos y caricias. Abandonan rápidamente la barbacoa para una follada bien dura. Musculosos y polla empalmada al extremo, Sergio juega con la punta de la lengua en la polla de su superior. Gregory esta sobreexcitado por este juego de boca. El atrapa su compañero y le coloca de un golpe su polla bien gruesa. Con sus músculos gruesos, el bloquea los riñones de Sergio y le desgarra el culo. Aullando de placer, ellos explotan en un orgasmo increÃble.
Lejos de los ojos, lejos del corazón: estos soldados no pueden mas desde que dejaron las mujeres y sus casas. Sebastian y Samuel están patrullando en el parque. Es la primera vez para cada uno y tienen un poco miedo. Morir a los 19 años hace pensar en muchas cosas, sobre todo que tienen todavÃa muchas cosas por descubrir... Samuel intenta acercarse y Sebastian se ofrece a el. Se besan fogosamente y se manosean. Dejan caer los uniformes y desenvainan sus pollas en posición de firmes. Pero no tienen tiempo por perder en preliminares, el jefe podrÃa sorprenderlos a todo momento. Sebastian se estira encima de una mesa y ofrece su ano. Con glotonerÃa Samuel se da prisa en meterle su polla bonita. El saca-mete es endiablado. Bien agarrado, le ofrece un desvirgo anal de sueño...
Caramba, el rancho se pone muy caliente. Djamel y Eric, pasan sus vacaciones en el rancho "El RodrÃguez". No hay nada que hacer aparte pelearse con los mosquitos. Tranquilos en el rancho, se dejan llevar por las caricias tórridas que se transforman rápidamente en besos apasionados. Djamel es más pasivo, mama golosamente la polla enorme de su compañero hasta el fondo de la garganta. Bien limpiado por las amÃgdalas del moreno, Eric le desliza la polla directamente en el culo. Djamel aparta bien sus nalgas para facilitarle la penetración dejándose dominar por los 24 centÃmetros bien duros. Limado a tope, estalla un orgasmo delirante pero Eric aún no ha terminado y continúa follándolo vigorosamente. Excitados, se corren encima mutuamente. Un puro follón entre tÃos en el rancho.
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