Mme Richardson, nunca satisfecha, invita a su casa un negro guapo muy bien dotado, que lleva una camisa con flores. Ella pide ver sus referencias y cuando ve su polla hermosa no puede reprimirse el deseo de chuparla. Sorprendido por la pasión con que lo chupa, el tÃo la pone boca arriba para follarla como nunca lo ha hecho. No importa la posición, ella pide cada vez más y no se declara satisfecha hasta que no consigue el esperma en su cara. ¡Que pena que todas las mujeres de su edad no son como ella!
¡Una pequeña rubia con un pecho generoso observa la cámara antes de que se pueda descubrir su coño! No necesitará menos de cuatro dedos en el coño y en el culo para satisfacerse... ¡Esa si que sabe lo que quiere!
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