Una joven zorra de unos veinte año adora venir en un rodaje porno para relajarse y sobretodo para masturbarse los pies por un tÃo que adora los pies. Ella está sentada besándose los pies y recibiendo un masaje por un tÃo caliente como la brasa. Ella lo masturbará un poco encargándose a deslizar la enorme polla que se pone cada vez más recta y vetada. Luego le hace una pequeña mamada golosa para recibir al final una lluvia de esperma caliente que caerá sobre sus dedos tan hermosos como ella.
Ella se entregó a el, y el lo disfrutará. En efecto una guapa rubiecita con unas curvas generosas está tranquilamente sentada en su sofá esperando al tÃo para masturbarle los pies con su lengua experta. Ella lo masturbará con su piececitos sabiendo las maniobras a la perfección. Los movimientos de vaiven hincharán la polla del tÃo que se vuelve completamente loco. El quiere ahora masturbarse un poco antes de estallar la salsa. Ella le hará una buena mamada golosa, deslizando la polla hasta al fondo de su garganta antes de dejarlo vaciarse por fin sus cojones sobre sus pies y precisamente sobre sus dedos que se quedarán pegados entre ellos.
Una rubia tÃmida está filmando un vÃdeo porno en el que su único papel es dejarse lamer por un fetichista de pies. Pero ella quiere más y como buena zorra que es, tomará las riendas en la mano. En efecto, mientras el tÃo le lamerá los pies con su lengua ágil pasando su polla dura entre sus dedos de los pies, la guapa tomará al tÃo por las caderas para acercarse la polla de su cara. Luego, le hará una garganta profunda enloquecedora que hará al tÃo subirse por las paredes. Ella es una experta en las mamadas y este habilidad ayudará precisamente el esperma salir chorreando de los cojones de nuestro fetichista que no tardará en vaciar sus testÃculos sobre los dedos de la guapa rubiecita que lamerá rápidamente el semen de sus pies calientes.
Una rubia vÃno aquà para masajearse los pies, pero ella es muy lejos de pensar que el tÃo lo que tiene frente a ella irá mucho más lejos. En efecto, el tÃo ya está desnudo y, además, le lame los pies, y cuanto más se las frota, más recta se hace su polla. Asà que, el tÃo decide guardarsela entre sus pies muy deslizantes para masturbarse con ellos. La rubiecita está hechizada y le dará una mano, mamando un poco su enorme rabo y masturbándolo un poco antes de mirar luego el espectáculo de una encantadora corrida sobre sus dedos del pie. Ella lamerá el esperma goteando entre sus pies y se lo comerá con gusto, como la buena golosa que es.
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