Un tÃo del ejército tiene raramente la oportunidad de expresar su homosexualidad en este duro ambiente, por lo tanto, en el ocio, es un puro placer para él poder disfrutar de una buena lección sadomasoquista que le dará unos orgasmos increÃbles, y él es quien da las órdenes muy a menudo. Instalado en su silla de tortura, entre las manos de su albino tatuado, la victima consentidora dejará a su dominador a ponerle unas pinzas en el pene y en los cojones, muy cerca de la base. Luego, aún con el pene en un mal estado y después de haber mamado a su dueño, se le insertará gradualmente en el culo un enorme consolador. Su agujero está ahora suficientemente abierto y dilatado para una penetración de puño que hará eyacular enseguida a nuestros dos sadomasoquistas...
Unos reclutas jovencitos tienen derecho a una novatada con todas las de la ley. Los suboficiales les ponen en pelotas, en posición de firmes y sacan unos desarrolladores de pene. ¡Les dan la orden de meter la polla y de bombear! Los reclutas obedecen y comienzan a probar estos alargadores de sexo. Pero son demasiados tÃmidos y los suboficiales atrapan los desarrolladores y bombean como locos. ¡Los pollones llenos de leche cremosa están a punto de estallar! Los glandes enrojecidos son extremadamente sensibles, algunos reclutas eyaculan chorros largos de esperma en la bomba aullando de placer. ¡Las pequeñas pollas eyaculadoras precoz están de faena por 15 dÃas! ¡Y estan obligados de limpiar la leche con la boca! Duro, fuerte y 100 % militares...
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