¡Ésta es una escena común en el paisaje francés que reúne a dos amigos en un aparcamiento, un tío negro y un morenito, que caerán prensa a tres rebeldes violentos! ¡Los tres cabrones se ponen excesivamente nerviosos, usando una buena y vieja técnica para acorralarlos en el fondo de un viejo refugio lleno de graffiti, para forzarlos de tomar las pollas en sus bocas de víctimas medio consentidoras! ¡Luego, después de haber aprovechado, a turnos, de las bocas tragonas de estos pobres agredidos, las pollas serán forradas en el culo sin muchos preliminares, tambaleándose contra los muros de ese inmundo sitio improvisado! Y, sin embargo, el placer los acaparará a todos y pronto, cada uno de ellos podrá correrse en su ano preferido, ya sea en el del blanco o del negrito, pero no antes de que este último se haya vaciado los cojones a mano.
