IncreÃble, MatÃas sabÃa bien que Julia, su dueña, tenÃa varios amantes pero jamás la habÃa visto en acción con otro. ¡Pasando delante de su casa, observa su coche y la de Lorenzo, su mejor amigo! Intrigado, da la vuelta a la casa y observa por la ventana, a los ambos amantes en pleno polvo. ¡Sorprendido, va rápidamente a másturbarse mirándolos, mientras que la temperatura se vuelve canicular en la casa! En botas de cuero, Julia, después de una garn mamada golosa, domina a Lorenzo en la posición del caballo volcado antes de hacerse penetrar el coño a lo perrito. ¡Y para terminar en una hermosa corrida! ¡Julia con la boca llena de esperma, está en la gloria y pidiéndolo otra vez!
Dos negritos se encuentran con una blanca. Ella los masturba y los mama. Ella tiene la boca y las manos llenas. Humedeciendo su flora vaginal con un poco de saliva. Y uno de los dos negritos la toman a lo perrito, mamándolo al otro. Ella no cambia de posición, pero los negritos intercambian los turnos. Ella mama como loca. Saltando también encima de uno de lo negritos. Del otro, mamándolo. Acostada sobre el sofá, ella se deja follar al mismo tiempo mientras que está mamando. Luego ella se deja encular. Una apoteósis final. Sentada sobre una polla de uno que le está follando el coño, el otro de pies, y por detras le forra su polla en el ano. Tomada en sanwich, ella tiene ambos orificios llenos de esperma. Duchándola con esperma.
Si esta rubia se entrega a estas bestias viriles, es por que adora sentir sus pollas enormes endureciéndose en la profundidad de su garganta. Ellos adoran calentarle el culo, penetrarle el coño y la boca. Ella está tan excitada que los tÃos la penetrarán al doble hasta gritar de placer. Estos cabrones se descargarán hasta al fondo de su culo, recogiendo su precioso zumo en un plato, y haciéndola lamer todo hasta la última gota...
Sentada sobre un sofá, una rubia, cincuentañera, habla por teléfono. Ella desliza un dedis en su string acariciándose el coño. Un tÃo más joven que ella llega. Ellos conversan en la cocina, antes de llevarlo al sofá y desnudarlo. Como todas las zorras de su edad, ella es adicta a la polla. Metiéndo su cabeza entre las nalgas del tÃo, mamándolo y masturbándolo. El tÃo bien dotado, tiene una polla bien grande y larga a la que continúa mamarla de rodillas, y el de pie. El tio se encuentra, en el sofá con las nalgas bien apartadas, mamado por la madurita, lamiéndole los cojones y el ano. Se levanta y continúa masturbarse de pies. Arrodillada, ella espera la esperma. El se corre, sobre el rostro de la madurita lamiéndose los labios. El cameráman tiene también el derecho de haber participado un poco antes a los ágapes.
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