3 viejos amigos estan sentados en un sofá hablando de todo y de nada, cuando uno de ellos dice una tonterÃa. ¿Qués es lo que te gustarÃa tener en este momento? El tÃo no piensa mucho y dice: ¡Tener unas chicas en esta habitación gozando entre ellas! Y gracias a la mágia del cine, su fantasÃa se cumple. 3 chicas entran en la habitación. La guapas nimfas son muy excitantes a que nos gustarÃa mucho follar. Una de ellas está sentada sobre la mesa baja sobre un espejo mirando su coño mojado en un pequeño string nero reflEctándose. Ella se quita su lencerÃa y descubrimos un pequeño coño peludo. Ella se depilará con la ayuda de una de sus compañeras de juego. La morena toma un poco de agua humedeciendo el coño antes de aplicarle crema y sin cortarle los labios, dando que servirán en la próxima escena. Una vez terminado el trabajo, y el pequeño coño esta liso como el de una vÃrgen jovencita. Las 2 pequeñas gracias se lanzarán en su juego preferido : El trÃo entre lesbianas. Ellas se forrarán unos consoladores, usando consoladores-cinturón y se lamerán mutuamente para gozar bien fuerte bajo las miradas asombradas de estos señores.
Encontramos a una guapa mujer morena de unos treinta años sentada sobre las escaleras, vestida en vinilo con unas curvas más que perfectas. Ella hablará un poco con la cámara y explicará que espera unos culitos que rodarán hoy junto a ella una escena de sexo. Hablando del rey de Roma, en el aparcamiento se asoman tres zorras vestidas en cuero brillante, con unas minifalditas y unas tetas desbordantes. Ellas están acompañadas hasta las escaleras reniéndose con nuestra putilla de cabellos negros. Ellas gozarán todas para nuestro gran placer. Cada una tiene una pequeña bisuterÃa sobre su coño y es muy simpático, una de ella se metió hasta un objeto en su coño dejando ver solo los pequeños hilos plateados. Ellas se acarician por un buen rato afanándose sobre el culo. Ellas se frotarán a turnos los culitos de sodomÃa contra las barras de las escaleras para seguir luego masturbándose sobre las escaleras. Pero para terminar en gloria las cuatro se pondrán en lÃnea recta sobre las escaleras exhibiendo sus culitos de guarras desvergonzadas. A ellas les encanta el sexo entre mujeres y lo que podemos hacer es desearlas y verlas lo buenas que son, un verdadero regalo.
2 amigas están sentadas delante de un buen fuego de chimenea en el suelo de almohadas y alfombras blandas. Ellas son muy excitantes y sulfurosas: Una con la piel más blanca y con el pelo rojo como el fuego y la otra de piel más oscura y cabellos negros como el carbono. Ellas están atraÃdas una por la otra y después de haberse besado a plena lengua, se acariciarán dulcemente. Luego se quitarán sus vestidos para desvelar sus tetas enormes con los pezones ya rectos. Las lenguas pasan sobre las tetas y terminarán entre sus piernas. Y sobretodo la pelirroja probará el placer del cunnilingus entre chicas. El placer sube y la morena tiene ahora los dedos en el pequeño coño, la pelirroja pasa un consolador sobre su clÃtoris mojándose cada vez más. Ella está ahora lista en hacerse penetrar por un enorme consolador verde. Luego es el turno de su amiga en gozar un poco de los placeres de la carne. Ella es muy elástica dando que mientras la pelirroja mama su pequeño coño ella se pone una pierna por la cabeza pudiendo asà ver más cerca su coño. Ella se forra luego un consolador y gozará como una perra. Luego es el turno de nuestra pelirroja gozar por la última vez con su pequeño consolador contra su clÃtoris. Ellas nunca tuvieron en el pasado unos orgasmos como estos. Necesitan absolutamente comenzar de nuevo.
Una mujer de limpieza de unos cincuenta años llega a su dueña para limpiar un poco. Se quita la bata y podemos ver un par de tetas enormes y un culo grande. Entrando en la habitación ve unos consoladores y unas bragas en la cama. Ella se asombra preguntándose por qué la lencerÃa está llena de esperma y se encuentra allÃ. Pero todo esto la excita y ella se acuesta en la cama para divertirse un poco. Se quita el resto de la ropa y lame las bragas para pasarlas luego sobre su coño peludo. Luego se forrará un enorme consolador antes de seguir con su jueguito placentero solitario. Pero la dueña regresa y después de unos intercambios gozarán juntas, aprovechando de la situación como unas viejas zorras que son.
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