Un tÃo con la cabeza rapada y arrodillado en el suelo con un collar alrededor del cuello y la ropa de cuero de clavos. Es vigilado por su dueño en la torre del homenaje de los castigos set se ve obligado a darle la espalda. Y delante de una mesa con un enorme consolador puesto arriba. Todo esto le viene el agua en la boca y es necesario de acariciarlo, besarlo y al final frotarlo sobre las nalgas. Siente el placer subir y si nadie lo retenÃa él se lo hundirÃa profundamente en su pequeño ano de esclavo. Es en su jockstrap donde la enorme maquina acabará su camino arrinconado entre dos elásticos esperando para que su dueño venga a darle sus órdenes.
En un torreón húmedo, un jovencito está atado en un rincón oscuro. Su verdugo irrumpe en la habitación y le pone un collar de cuero al cuello, abofeteándolo varias veces. El último lleva solamente un suspensorio como ropa y nada más y el dueño se afana en penetrarle el culito a su presa. Lo estimula con un dedo...luego con dos. Mientras tanto, el esclavo baja los pantalones de su torturador y se llena la boca tragando la polla espesa que estaba dentro. Para condimentar las cosas, el abusador le ata las manos a la espalda y le forra su enorme polla tan profundo en la garganta, que el esclavo apenas puede respirar. Y justamente en ése momento, el dueño vacÃa sus gran cojones en la boca del joven sumiso.
En un bar miserable, dos aficionados por el cuero y otras prácticas Sado Maso se encuentran allà para conversar acerca de su pasión común. Siendo los dos muy excitados, ambos tienen la tendencia de hablar fuerte y su conversación llega a los oÃdos del camarero que estaba en la barra. Las cosas de cuero, de dominaciones, y de atados lo excitan un montón y se masturba a escondidas. Cuando los dos tÃos de la mesa empiezan a desnudarse, nuestro pobre camarero sin poder abstenerse más se reúne a ellos para pasar juntos a la acción. Bajo la luz oscura del pub, los tres tÃos se dejan llevar por el delirio del polvo duro y sucio o por las mamadas profundas y las sodomÃas que se multiplican en un olor excitante de sumisión total...
Dos polis americanos están muy ansiosos por investigarse profundamente uno al otro las zonas oscuras. Uno de ellos es alto, musculoso, moreno y tatuado, el otro es un monÃn mestizo que parece que tiene muchas ganas de agarrar la gran polla de su compañero. Poco después de haberse quitado la camisa y la de su compañero, el jovencito no puede resistir a no explorar los calzoncillos de su amigo bien hecho adonde encontrará una polla caliente a cual se apresurará a mamarla golosamente. Mientras lo está chupando copiosamente, para recoger probablemente alguna información secreta, se libera a su turno de su suspensorio para hacerse mamar mejor la polla y el culo. Sobretodo su culo, dando que se lo llenará más tarde por su pareja según el procedimiento. No sabemos ciertamente si le ha leÃdo sus derechos antes de haberle destrozado el ano a lo perrito, empalándolo en su polla y girándolo en todas las posturas posibles, pero, después de haber sido profundamente preparado, el sospechoso confesó espontáneamente que esto le ha encantado mucho.
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