Un joven salvaje de taparrabos, con una cara abigarrada, se está dando un baño en el rÃo. Cuando sale del agua, encuentra una revista porno. La hojea. Excitado, su polla se endurece, se acaricia y se acuesta. Se queda dormido. Lo encontraremos luego en una habitación, acostado en una cama. Salido de la nada, un tÃo rubio sube en la cama, le da al primero una mamada, lo acaricia y le muerde los pezones. El salvaje toma al rubiecito por los cabellos y lo encula. A lo perrito, de pie, por un lado, a horcajadas, le rompe el culo. A intervalos regulares, el salvaje sueña sobre una roca. Termina corriéndose a chorros en la boca del rubiecito. Este último se blanquea la cara con el esperma y se masturba antes de vaciarse los cojones en su propio ombligo. Luego, desaparece tan repentinamente como apareció. El salvaje se acuesta en la cama y se duerme. ¿Habrá soñado de verdad?
Iniciación bien dura para el pequeño Nicolás. Para sus 18 años, su suegro le ofrece su polla gruesa de cuadragenario. Mamada, lamida, tragada, la polla explora todas las partes de su intimidad. Nico adora esta polla violenta. Desnudo en el sofá le mamá la polla como si fuera una golosina. Pero su suegro quiere ofrecerle unos juegos artificiales totales para sus cumpleaños. Le enseñará como se debe mamar una verdadera polla! Desvelándole todas sus técnicas con su lengua, le atrapa la polla con la punta de la lengua y le estimula el glande lleno de lÃquido seminal. Luego, empieza un vaivén con su lengua desde la punta del glande hasta los cojones. El movimiento incesante electriza a Nicolás que siente poco a poca el placer subir de sus entrañas. Su suegro para todo un momento para ofrecerle su ano a la locura sexual de Nicolás. ¡Una sodomÃa maravillosa!
Unos reclutas jovencitos tienen derecho a una novatada con todas las de la ley. Los suboficiales les ponen en pelotas, en posición de firmes y sacan unos desarrolladores de pene. ¡Les dan la orden de meter la polla y de bombear! Los reclutas obedecen y comienzan a probar estos alargadores de sexo. Pero son demasiados tÃmidos y los suboficiales atrapan los desarrolladores y bombean como locos. ¡Los pollones llenos de leche cremosa están a punto de estallar! Los glandes enrojecidos son extremadamente sensibles, algunos reclutas eyaculan chorros largos de esperma en la bomba aullando de placer. ¡Las pequeñas pollas eyaculadoras precoz están de faena por 15 dÃas! ¡Y estan obligados de limpiar la leche con la boca! Duro, fuerte y 100 % militares...
El sargento continua de martirizar los reclutas. Quiere que sean hombres, verdaderos. El reúne la tropa en el comedor y les ordena desnudarse. Los jóvenes ejecutan la orden. ¡El sargento autoritario distribuye las bombas de erección y les hace una demostración de cómo los verdaderos tÃos, los soldados viriles se bombean la polla! Su polla se pone turgente, roja como la sangre, saturada de esperma. Los pequeños reclutas salivan, a ellos les gusta tragar pollas hinchadas. Pero ahora les toca. Los reclutas se colocan la máquina a polla y bombean. El suboficial les grita encima: “ ¡Bombear mas! ¡Joder! ¡Mas fuerte!”. Ellos están como locos, la polla lista para explotar, exasperante de placer a dos dedos de correrse...
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