Mientras que acaba de separarse de su novio, un tÃo guapo, joven y musculoso, pasea solito en un rincón perdido del sur de Francia. Fianlmente, él llega a un sitio simpático aislado y se sienta sobre unos ladrillos abandonados en el medio de los pinos. Se quita su camisa negra de tirantes, desvelando por fin este magnÃfico torso imberbe con unos magnÃficos músculos prominentes. Luego, desabrocha su pantalón y se acaricia un poco, presionando cada vez más y sacando al final su polla. Ésta es muy grande y, aunque es medio-erecta por el momento, el tÃo sà que tiene una polla monstruosa. Él se masturba cada vez más rápido, haciendo crecer su pene en sus manos. Después, decide colocarse sobre las mismas piedras, continuando con sus cosas. No sé que lo llevó tan loco de excitación, pero ahora se masturba la polla con más vigor. Él frunce los labios de placer y parece alcanzar el orgasmo, asà que, con un último movimiento, agarra su polla en su mano, y el esperma estalla, corriendo su precioso sémen y chorreando hasta sus cojones.
