La escena empieza con un plano alucinante, una vieja rubia está acostada en una cama masturbándose el coño como una loca. Va a plena mano y sus dedos penetran a tope. Se tuerce en todos los sentidos gimiendo en la cama esperando una hermosa polla que podrá satisfacerla. Para alguien que tiene casi 70 años, su cuerpo es muy bien conservado y a pesar que su coño haya vivido bastante, la follaremos con mucho gusto. Después de haberse cansado de tocarse en su rinconcito, pide al cameraman de traerle un tÃo muy bien dotado para que la pueda hacer arrañar el muro. Dicho y hecho, veremos un guapo vigoroso llegando con la polla ya dura e hinchada metiéndosela directamente en la boca de la viejita. Mietras lo mama a fondo ella sigue acariciándose el coño frenéticamente. Se moja suficientemente para recibir la polla dura como el mármol. Cabalgará al tÃo luego será enculada en la cama de flores. No se recordaba más cuando ha sido follada de tal modo, el tÃo no se abtiene follándola sin rentenciones. Ella tiene las nalgas aplaudiendo tanto que con la edad se nota bastante y no aguantan tanto como antes sintiendo ya que la dósis para ella es excesiva y apreciará el sabor del esperma dando que no se perderá ni una gota recuperando hasta lo que le quedaba en su mejillas. ¡Qué zorra!
2 viejas guarras han invitado algunos tÃos de casi treinta años para apretar sus coños. Pasó mucho tiempo desde cuando ellas no han disfrutado de este placer, asà que es hoy o nunca. Compraron champán y se emborracharon antes de los festejos. Ahora están listas y necesitan sólo las pollas. Chuparán las buenas pollas antes de ser enculadas por los tÃos cachondos. Ellos no hacen cosas por mitades y los golpes de polla penetran los pequeños culos arrugados. Para variar los placeres los tÃos han traÃdo algúnos sextoys y están impacientes para usarlos. Entonces estamos a punto de atestiguar una sesión de consoladores. Las ancianas alcanzan el orgasmo, esto está seguro, pero ésta no hubiera sido una fiesta agradable si no hubiera ningúna eyaculación facial para ellas. Por lo tanto, ellas acaban llenas de chorros de esperma densa y ahora son felices.
Una asiática madurita acostada en la cama teniendo como fondo una decoración bastante old school llena de grandes motivos florales. Ella lleva una peluca morada que le da un look de zorra de Bangkok. Pero ella vino hoy para compartir su pasión por los dildos y sobretodo los grandes consoladores. Y puedo decir que ella tiene una hermosa colección de dildos de zorra. Recién sacado el primero aparta sus grandes nalgas. Enciende el dildo rojo forrándole entre sus piernas. Comienza una hermosa masturbación pero afortunadamente no se parrará aquÃ. Es muy golosa y le encanta mostrarlo. Rápidamente tomará un dildo negro que tendrá algunas dificultades en forrárselo en su pequeño coño, pero ella lo moja abundantemente y no deberá tener problemas. Va a tope limando su grande coño de perra vieja. Utilizará además otros consoladores antes de llegar a un enorme y buen consolador. Lo pasará sobre su clÃtoris y sobre sus vulva remojada antes de metérselo en su ano dilatado por un buen golpe de vibraciones. La guarra tubo su dosis y debe parrar un poco para poder respirar. Ella se corre y parece muy orgullosa de ella misma.
Encontramos a una madurita zorra asiática en una habitación bastante vintage. Piensa que está en los años 70, viendo la decoración tan mala. Esta vieja perra, a pesar de sus edad, está bien acompañada por 2 tÃos acariciándole el cuerpo y lamiéndole las tetas. Uno de ellos toma la iniciativa y le mete un dedo en el coño peludo antes de ir sin retenciones en penetrarla con el dedo como debe ser. Luego le lame el coño metiéndole unas bolas de gheisha que las retira después una tras la otra continuando jugar con su clÃtoris. Ahora la vieja tiene el coño completamente mojado y nada mejor para ella que introducirle adentro cosas más grandes. Y empieza a mamarles a turnos a los dos tÃos prestantes y cabalgando luego a uno de ellos. Luego queriendo siempre más, nuestra puta se desgarrará al mismo tiempo tanto el coño como el culo en una doble penetración a gritos. Pero el juego termina, y es el momento de la ducha de esperma. La madurita tiene el coño cubierto de esperma caliente y blanco, y verá pronto su cara inundada por el lÃquido de placer.
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