Esto empieza con un hermoso rubio que se masturba solo en su habitación. Luego viene un fornido, le agarra la polla y se pone a comerla vorazmente. Entonces las cosas avanzan, un guapo moreno se injerta al dúo seguido por un segundo ... pronto, un baile de chicos musculosos y muy traviesos se chupan todos o casi todos la polla. Todos estos tÃos con los cuerpos bronceados, depilados y bien musculosos son unos formidables chupadores de polla cuya codicia es igualada únicamente con el vicio y la bulimia anal !
Dos culturistas desnudos en arnés de cuero y botas de combate están mirando a un tercer hombre atado y encapuchado en una carroza elevadora. Sus calzoncillos blancos muestran una gran polla como a todos nos gusta. La carroza se detiene y los dos fornidos se acercan a su presa para aforarla. Mientras que uno de los dos le masajea la cola, su cómplice le quita la capucha que le oculta el rostro. Este hermoso barbudo con la mirada llena de vicio parece bastante contento con su suerte a juzgar por la dureza de su polla. Una polla irresistible que atrae a uno de los fornidos como un imán. Luego él se arrodilla y comienza a chuparla como si fuera loco. Después de unos instantes, los dos musculosos comparten este gran pedazo como dos muertos de hambre antes de rellenar a su esclavo con sus miembros grandes y cubrirlo de semen.
Después de casi una hora de chupar y dejarse chupar, Dylan decide encular a uno de los ocho negros presentes en el bar. Mientras que todos los demás se masturban observando el espectáculo, Dylan mete su gran polla en el pequeño culo de Robert. Al chico bien arqueado en la mesa de billar le encanta dejarse romper el ano vigorosamente. Luego, Dylan se acuesta boca arriba y abre las piernas para dejarse comer su culo totalmente depilado. Cuando todo el mundo le ha chupado el culo, él se arquea a su turno sobre la mesa de billar para ser sodomizado por turnos. Basta decir que esta puta se dejará encartonar las nalgas en el más grande disfrute antes de recibir el esperma de todos los negros del club.
Incluso con toda la voluntad del mundo, este entrenador no tiene nunguna oportunidad de ver a sus luchadores traerle una medalla ! Estos dos hijos de puta piensan solo en fornicar. Cada ataque es un pretexto para caricias o gestos de exhibición. Incluso terminan interrumpiendo el entrenamiento para ir a comersela en el vestuario. Cuando el entrenador trata de razonar a sus chicos, ellos lo atrapan, le quitan los pantalones y le ponen sus pollas grandes debajo de la nariz. Sin hacerse de rogar, el entrenador empieza a chuparlas una tras otra impetuosamente ! Durante mucho rato este chico les come la polla sin perder intensidad. Luego, aquà está a cuatro patas en un banco, listo para ser sodomizado. Sus dos alumnos se dan el placer de follarle el culo antes de cubrir su rostro con semen.
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