Un paciente, en una consulta de rutina al médico, está sorprendido por los avances sexuales de este. En efecto, el dicho doctor se desliza una mano en el pantalón de su paciente para tocarle la polla. Aturdido, el paciente se da cuenta que el doctor está excitado como un asno y sus pantalones están a punto de estallar. En ese momento, el perverso doctor se desabotona y su polla de más de 20 cm se ve tragada profundamente por su compañero. En este éxtasis total, el paciente tiene el culo todo mojado y dilatado, cosa que lo vuelve loco al doctor ninfómano. Un segundo más tarde, el cliente está a lo perrito con las nalgas bien apartadas, haciéndose ametrallar el culo por el cañón médico. El chequeo de rutina se transformó en un estallo en todos los sentidos y nuestro paciente sueña ya con su próximo reconocimiento.
Un tÃo con fuertes dolores de vientre va a ver al doctor. Llega al consultorio y este último le pide desnudarse y acostarse con el vientre sobre la mesa. Abre un poco las piernas y el doctor introduce un termómetro en su culo. No tiene temperatura pero el especialista quiere asegurarse del porqué y saca su polla haciéndolo mamar. Ya sabemos que una buena felación calma todas las fiebres. Luego lo enculará fuertemente para hacer pasar el supositorio que le tenÃa delante y para terminar al final con un buen jarabe para la tos sacado todo recto de sus cojones grandes y llenos de esperma espeso y alimenticio.
Una banda de amigos pasan la tarden como puede. En efecto los trÃos cotillas están en la cama a punto de mimarse y besarse con toda la libertad que vemos. Se acarician la polla y se maman la polla cada vez más y cada vez más profundo. Frotan las pollas como si fueran unas obras de arte. Toman luego la iniciativa de encularse por un buen rato para hacer pasar la pereza del mediodÃa pero un recién llegado pero aú más dexcitado por el juegito. Explorará con ellos los placeres entre tÃos y sobre todo llegar como nunca al un orgasmo nunca alcanzado hasta allÃ. Se corrarán los cuatro encima vertiendo asà una buena dosis de esperma muy caliente.
Un tÃo es acompañado por su querido y tierno y suben en su apartamento. Uno de los dos, vestido con una hermosa camiseta ajustada, quiere descansar y le pide a su tÃo de entretenerlo. Se pone sobre una marcha y abre sus pantalones para sacar de esos una enorme polla ya endurecida a la que su tÃo la chupará como una perra. Le mamará la polla con ganas e irá hasta al final, hasta hacerla dura como la piedra e hinchada como un globo. Pero, no aguanta más y debe correrse y su novio tiende entonces su mano para recoger el esperma frescamente salido. Adora ver su mano llena del zumo precioso y se afanará en lamerlo para probarlo.
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