En el vestÃbulo de un espléndido castillo, dos hombres juegan a las cartas mientras que la mujer de uno de ellos se siente abandonada. ¡Llama tan bien la atención que su marido decide prestársela a su amigo! La zorra hambrienta debe entonces mamar estas dos pollas enormes antes de hacerse follar por todos los orificios. ¡En el medio de las escaleras, se hace desgarrar el agujero del culo! ¡A esta perra insaciable le gusta tanto todo esto que acaba corriéndose con una polla en el culo y otra en el coño! El tÃo cuya polla penetra su culo hace unas idas-y-vueltas entre su boca y sus nalgas. La putilla se deja tomar por todos los agujeros hasta conseguir hacer correr a uno en su boca y al otro en su culo. ¡Después de una sesión de traga trancas, la vemos como un perrito lamiendo las gotas de esperma del suelo!
Ama de casa, Giselle pasa casi todo su tiempo delante de la tele. Pero hoy, dos ex-delincuentes negritos muy bien dotados llegan a su casa para venderle unos calendarios para la reintegración. Pero ella no tiene ganas de cerrarle la puerta en la cara y prefiere jugar con las dos pollas enormes de nuestros antilleses membrudos : Mamadas de pollas hasta los cojones en gargantas profundas tomándola luego en doble penetración, ella gime grave el ritmo de las islas. Los dos tÃos no pueden creer al ver lo golosa y viciosa que es esta putilla tetona. Ellos follan hasta vaciar los cojones en la boca grande abierta.
Agarrada a una cruz de San Antonio, Lucy paga su descaro de la vÃspera. Zurradas con una pala de pimpón, su piel se enrojece mientras que se estremece bajo los golpes. Después esta forzada de correrse con los labios apartados y el clÃtoris sacado. ¡Después se hace follar hasta la eyaculación de placer! ¡Si, unas buenas eyaculaciones femeninas! Por supuesto tendrá que limpiar con la boca la polla que inundo tan bien... Como una guarrilla encima de un banco, se hace cachear con los dedos y sigue una buena follada extrema. Finalmente el tÃo eyaculara con chorros violentos en su boca.
La complice encuentra a su prisionera Yuka y empieza a apretarle los senos no antes de ordenarle de callarse y de subirse. Las demás chicas están aún bajo el choque de su violación o de los serivcios sexuales que han sido sumisas. ¡Perdidas en una isla desierta rodeadas por perversos sexuales, y que sus aventurás que aún parecen no haber acabado!
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