Una guapa rubiecita de 18 años acompañada por su novio a la salida de las clases y deciden de pasar unos momentos de placer antes de la llegada de sus padres. El tÃo es un profesional lamiéndole sus pequeñas tetas antes de sacar su polla para follarla. Ante todo el tÃo piensa lamerle bien el coño para mojarla un poco. Luego la penetra a lo perrito antes de retirarse y mearse sobre su coño. La chica parece excitarse muchÃsimo, pero el tÃo aún no terminó con ella, follándola una vez máas antes de correrse sobre su coño depilado. Luego la rociará otra vez con orina calda.
Una guapa rubia está entre dos tÃos que están muy decididos a follarle el coño. Pero antes de todo nada mejor para ella que una ducha de orina salda sobre su cuerpo y en la boca. Una vez mojada puede mamar por fin las pollas con su boca ágil. Luego pasarán a cosas más serias, los dos tÃos la follarán sobre la mesa de la sala antes de correrse a grandes chorros sobre su carita . Pero como buenos señores deben limpiarla aún meándose otra vez encima y sobre todo el cuerpo a grandes chorros. La zorra está en el séptimo cielo.
Dos tÃos de unos treinta años llegan de visita a una amiga. Pero cuando llegarán y tocarán a la puerta les abrirá la señora de la limpieza, una gorda. Los dos están sorprendidos pero entrarán de todos modos diciéndole que quieren hablar con la dueña de la casa. Pero como respuesta, la gran guarra los besa proponiéndole un polvo para pasar el rato. Dicho y hecho, los tres se encuentran en el suelo, con ella a punto de mamarlos, endureciéndoles las pollas. Luego se hará encular por los vigosoros, cuando, de repente, llega la dueña sorprendiéndolos. ¿Qué hace? Naturalmente se unirá con ellos para el placer de todos. Luego seguirá una súper follada anal con estas dos zorras. Al final tomarán todo su esperma regresando cada una a sus propias ocupaciones.
Una mujer de limpieza de unos cincuenta años llega a su dueña para limpiar un poco. Se quita la bata y podemos ver un par de tetas enormes y un culo grande. Entrando en la habitación ve unos consoladores y unas bragas en la cama. Ella se asombra preguntándose por qué la lencerÃa está llena de esperma y se encuentra allÃ. Pero todo esto la excita y ella se acuesta en la cama para divertirse un poco. Se quita el resto de la ropa y lame las bragas para pasarlas luego sobre su coño peludo. Luego se forrará un enorme consolador antes de seguir con su jueguito placentero solitario. Pero la dueña regresa y después de unos intercambios gozarán juntas, aprovechando de la situación como unas viejas zorras que son.
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