En un patio, rodeado de verdor, dos tÃos viciosos tienen los nervios a flor de piel. Ellos se frotan y se aforan. Cada uno de ellos revela su polla. El tÃo pequeño de cabeza rapada le da una mamada al otro antes de cambiar luego los papeles. La sesión continúa con frutas y verduras. A medida que se están mamando mutuamente en turnos, se forrarán una zanahoria profundamente en el agujerito. Después, utilizarán un plátano, duele pero es mejor. Nuestros dos cachondos siguen mamándose y el culo está lleno de salsa orgánica. No se olvidan de masturbarse uno al otro, lamiéndose mutuamente el ano peludo. Es muy bien penetrarse el culo de manera exótica, pero llega el momento cuando deseas un pene real. Alternando las posiciones, se penetran como locos, arrasándose el culo. Final espectacular, cada uno de ellos se masturbará antes de correrse a gran chorros de esperma caliente.
MatÃas y su nuevo compañero de piso acaban de entrar en la mayorÃa de edad, asà que han decidido terminar con su virginidad anal. Por lo tanto, solos en el dormitorio, se dejan llevar por sus impulsos e inmediatamente los veremos sobándose y mamándose mutuamente. ¿Después de todo, lo que puede ser más natural para un hombre que encontrase la polla en una boca? ¡MatÃas, que es más bien pasivo, se dejará follar por su amigo, forrándose su pene en el culo! Y, a medida que se hace lentamente encular, descubrirá hasta que punto le gusta más a ser penetrado, manteniendo su boca abierta de asombro hasta el clÃmax...
Esto arranca con un festival de zumo, con el fin de ponerlo en la boca. Los tÃos maman , follan en las habitaciones, es estremecedor, no sabemos dónde emepezar más. Hay hasta una hermosa desvirgación de una pareja con la cámará fija. Están en la terraza, frotándose, buscándose. Follarán. Entonces ellos se acarician la polla, se lamen los piés, se trituran los cojones. El más forzudo de los dos es más cachondo. SodomÃas. Los grandes cojones rasuradas cuelgan del culo. Nalgas abiertas, la terminaciónes son claras y nÃtidas, las pollas rectas. Se pegan, acariciándose desnudos, saciando de sudor, luego de pie se lamen el hocico, se pillan y se masturban. La esperma, bien grasa salpica las pieles curtidas. ¡Seamos francos, estos jovencitos están gozando a tope!
Un joven salvaje de taparrabos, con una cara abigarrada, se está dando un baño en el rÃo. Cuando sale del agua, encuentra una revista porno. La hojea. Excitado, su polla se endurece, se acaricia y se acuesta. Se queda dormido. Lo encontraremos luego en una habitación, acostado en una cama. Salido de la nada, un tÃo rubio sube en la cama, le da al primero una mamada, lo acaricia y le muerde los pezones. El salvaje toma al rubiecito por los cabellos y lo encula. A lo perrito, de pie, por un lado, a horcajadas, le rompe el culo. A intervalos regulares, el salvaje sueña sobre una roca. Termina corriéndose a chorros en la boca del rubiecito. Este último se blanquea la cara con el esperma y se masturba antes de vaciarse los cojones en su propio ombligo. Luego, desaparece tan repentinamente como apareció. El salvaje se acuesta en la cama y se duerme. ¿Habrá soñado de verdad?
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